LA TRADICIÓN EN LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
El soporte de comunicación que actualmente se conoce como 'periódico electrónico' justifica su nombre en su nacimiento, dado que la era de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información trajo consigo el intento de las cabeceras tradicionales de integrar su fórmula informativa en la Red de comunicaciones. Así, el 'periódico electrónico' o digital nace como una extrapolación del formato tabloide a Internet, donde en un principio el modelo de 'periódico digital' se limitó a mostrar en una página los principales titulares del formato de papel a modo de resumen.
Este hecho motiva que la terminología aplicada a la información servida mediante la Red pueda, al menos en el campo de la semántica, acoplarse a la nomenclatura de la prensa escrita. Por tanto, la denominación de 'periódico digital' no podría considerarse como errónea o extemporánea. De hecho, cabe destacar que el nuevo formato respeta en gran medida la fórmula tradicional de los tabloides, titular, cuerpo y fotografía con su correspondiente pie de foto. En los diarios 'digitales' encontramos, además, publicidad similar a la que recogen los periódicos del soporte de papel y detalles como el sumario, o las ya establecidas secciones de opinión, editorial, política, etc...
El 'periódico electrónico', en resumen, sigue inspirado en el formato tradicional de los diarios de celulosa, lo que da cobijo al título de 'periódico digital' al menos hasta que el medio de comunicación en cuestión evolucione hasta convertirse en un formato que exporte técnicas y conceptos en lugar de recogerlos de otros soportes informativos.
No obstante, se ha de precisar que el periódico digital incorpora una serie de avances propios del soporte informático que le convierten en un canal de comunicación particular y de signo propio. En estas publicaciones 'Electrónicas' podemos observar como la información se renueva cada pocas horas salvando la caducidad del formato de celulosa además de la incorporación de otros reclamos audiovisuales cuya aplicación sería imposible en los diarios tradicionales.
Sin embargo, esta serie de avances no son sino la esencia propia del formato, pues la emisión de una información 'en Red' a través del formato digital no podría limitarse a seguir los parámetros establecidos por la prensa tradicional y olvidar los adelantos y ventajas que le brinda el progreso de las nuevas tecnologías.
Este hecho motiva que la terminología aplicada a la información servida mediante la Red pueda, al menos en el campo de la semántica, acoplarse a la nomenclatura de la prensa escrita. Por tanto, la denominación de 'periódico digital' no podría considerarse como errónea o extemporánea. De hecho, cabe destacar que el nuevo formato respeta en gran medida la fórmula tradicional de los tabloides, titular, cuerpo y fotografía con su correspondiente pie de foto. En los diarios 'digitales' encontramos, además, publicidad similar a la que recogen los periódicos del soporte de papel y detalles como el sumario, o las ya establecidas secciones de opinión, editorial, política, etc...
El 'periódico electrónico', en resumen, sigue inspirado en el formato tradicional de los diarios de celulosa, lo que da cobijo al título de 'periódico digital' al menos hasta que el medio de comunicación en cuestión evolucione hasta convertirse en un formato que exporte técnicas y conceptos en lugar de recogerlos de otros soportes informativos.
No obstante, se ha de precisar que el periódico digital incorpora una serie de avances propios del soporte informático que le convierten en un canal de comunicación particular y de signo propio. En estas publicaciones 'Electrónicas' podemos observar como la información se renueva cada pocas horas salvando la caducidad del formato de celulosa además de la incorporación de otros reclamos audiovisuales cuya aplicación sería imposible en los diarios tradicionales.
Sin embargo, esta serie de avances no son sino la esencia propia del formato, pues la emisión de una información 'en Red' a través del formato digital no podría limitarse a seguir los parámetros establecidos por la prensa tradicional y olvidar los adelantos y ventajas que le brinda el progreso de las nuevas tecnologías.
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